Una empresa hecha de Marketing. Capítulo I #RedesSociales

Erase una vez una empresa que estaba hecha de Marketing.
Tenía todos los departamentos que en una empresa suele haber y que conocemos la mayoría: Dirección, Administración, Producción, Logística, Compras, Ventas, Mantenimiento, Calidad, pero no tenía un departamento de Marketing porque toda ella, desde los cimientos hasta el más profundo apartado de las personas que allí trabajaban, e incluso los que entraban de visita, estaba hecho de ello.

Era un sentimiento, una forma de vida, y como cualquier tipo de sentimiento es muy complicado explicar con palabras.

La empresa era una pyme y hacía un producto para un sector muy específico, no era el público en general sino otras empresas de ese sector.

Decir que esta empresa existe, pero me remonto a cuando la conocí hace ya muchos años cuando entré de la mano de mi padre (uno de los mejores especialistas en Gestión de Procesos y Organización Industrial del país, aunque esté mal decirlo).

Así que intentaré definir de una forma ordenada lo que allí acontecía.

1º Redes Sociales:

Tenía presencia con páginas de empresa en todas las Redes Sociales principales del momento: Facebook, Twitter, Linkedin, Xing, Pinterest, Vine, Youtube, Google Plus, Foursquare, Slideshare, …

una empresa hecha de marketing

En las redes sociales generalistas explicaban lo que hacían, cómo lo hacían y para que servía, como afectaba a la sociedad y al día a día de las personas, contaban cosas relacionadas con los materiales, sus curiosidades, anécdotas…

En las redes sociales verticales publicaban cosas parecidas pero con un lenguaje más serio, más técnico, al que su público (sus trabajadores y familias, sus proveedores, sus clientes, socios estratégicos, empresas de la competencia – sí también -, técnicos del sector relacionado con los materiales, con las máquinas de producción, con el mantenimiento de su producto, posibles empleados con gran talento, etc) estaba más acostumbrado y se sentía cómodo.

Los empleados que lo deseaban, que según lo que explicaré en posteriores capítulos, eran casi todos,  se abrían cuenta en Linkedin y estaban en contacto con todos, desde el dueño y gerente, hasta su compañero de almuerzo en el bar de al lado de la empresa.

Todos los que tenían relación con la empresa la incluían en su currículum y la empresa, al que lo deseaba, formaba con cursos on-site de forma semestral en las novedades y mejores formas de rellenar los perfiles, explicaba las novedades, etc.

Los mensajes de trabajo entre ellos eran siempre o casi siempre por este medio con archivos adjuntos situados en la nube en una plataforma colaborativa.
No tenían contratado a un Community Manager. Aquella figura hacía tiempo que había evolucionado en la sociedad a ser un dinamizador de redes, asesor, formador y monitorizador. Les mantenía al día de las novedades en las herramientas, les daba las cifras de los KPIs al Social Media Manager que los analizaba y sacaba conclusiones para enfocar la presencia en Redes al mes siguiente.

Las cuentas de las Redes Sociales la llevaban los propios responsables de cada departamento, o el que mejor se sintiera para ello, decidido en una reunión que tenían todos los meses en las que estaban los Responsables de cada Dpto. y una persona más por cada uno de ellos seleccionada ese mes por su capacidad de liderazgo. Se alternaban en las diferentes redes, sabían de lo que hablaban, conocían mejor que nadie su producto, el sector, etc.

twitter sines 30Al principio les costó un poquito conectar con el público general, pero con la ayuda del dinamizador, pronto le cogieron el tranquillo y explicaban las cosas como si a un amigo (no íntimo) se tratara. Alguna vez aparecía un troll de esos, pero mantenían la calma, hablaban con el dinamizador y lo toreaban, sobre todo gracias al numeroso público que habían fidelizado, a no hacerle caso, etc. Si era grave el tema, por un malentendido o confusión se establecía un gabinete interdepartamental, se reconocían los errores públicamente, se publicaban las soluciones que iban a poner en marcha para que no volviera a pasar y se hacían los cambios organizativos necesarios internamente para evitar situaciones similares.

El dinamizador externo era una pieza clave y en las reuniones siempre estaba presente, era el primero en hablar y en poner encima de la mesa las conclusiones de lo que había observado durante el mes. Junto con el experto en SEO, el Content Manager y el Social Media Manager aconsejaban, Se adoptaban los consejos como propios y de mutuo acuerdo se adaptaban a la idiosincrasia de la empresa.

Los usuarios de las Redes Sociales más activos y con más interés eran invitados una vez al año por la empresa a un crucero o un viaje por Europa gracias a acuerdos con una empresa de incentivos. Otras veces se hacían sorteos, o concursos.

Decir que hasta aquí no llegaron porque se sacaron un montón de euros de la chistera. Para las Redes Sociales el gerente y sus socios me contaban que contrataron al dinamizador hacía 4 años para que les formara en Social Media, no sólo en el manejo de las herramientas, de las que ya conocían las bases porque tenían un sobrino que se lo había explicado.

Gracias a todo lo que hicieron con gran esfuerzo, tesón y compromiso por parte de todos, no sólo en Redes Sociales ni mucho menos (veremos más en los siguientes capítulos), pudieron ir creciendo a un ritmo sostenible hasta el momento en que les conocí. Estuve varios días rondando por allí, parecía que no molestaba, todos me contaban cosas, de su trabajo, pero también de sus hijos e hijas, lo mezclaban todo como si de una sola vida se tratara, sin separar la vida laboral de la personal, ni la personal de la laboral. ¿sería cierto? ¿Tendrían solo una vida?

Sabían que no estaban obligados a hacer todo ello porque mucho público suyo no estaba en esas redes, pero desde la gerencia hasta el último empleado tenían la sensación de que lo que hacían servía para algo más que para tener la nevera llena a final de mes, se sentían en deuda con la sociedad por tener suerte haciendo su trabajo. Curiosamente esto que hacían no sólo les aliviaba la conciencia si no que producía una gran cantidad de interés y aceptación por parte de todos hacia la empresa, alguien del público en general tenía conexión con alguien que, a su vez, tenía conexión con alguien, que a su vez era un cliente potencial, un posible colaborador o una persona con mucho talento para ser contratado y seguir aportando más.

Fin del capítulo 1
Capítulo 2:

Por Julio Aliaga

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