suicidio emprendedor

Dudas al emprender

La semana pasada tuve el placer de reunirme y desvirtualizarme con @JuanGascaTC, conocido, seguidor y seguido con interés en twitter.

Una charla informal y la mar de interesante para conocernos mejor.

Estábamos hablando de las nuevas corrientes que se comienzan a preveer como fuertes en la economía y sobre todo en las redes sociales y una de ellas es el ánimo que están/estamos dando a la gente para emprender.

Cierto es que nuestro país es un lugar donde el emprendimiento está a unos niveles casi nulos, cierto es que la cultura española del tranajo se basa en la idealización del trabajo por cuenta ajena lo más cómodo posible, con el mayor sueldo y las menores preocupaciones.

Cierto es que se necesita «sangre» nueva con ideas y con interés en la creación de valor de negocio, pero, ¿no nos estamos pasando?

Juan lo resumió antes de que entráramos en detalles en que estamos empujando a algunas las personas al suicidio profesional.

La motivación es de gran importancia para dar el paso de crear tu propio negocio sabiendo que se tiene una buena idea, sin embargo estamos un poco inbuidos por los éxitos sonados de emprendurías que en poco tiempo han tenido éxito.

Hablamos mucho de que antes de meterse en el jaleo, es necesario una estrategia, un plan de negocio, un plan financiero y de marketing, etc. cosa que son totalmente ciertas desde luego. Pero parece que no nos damos cuenta que ese salto de filosofia no se hace de la noche a la mañana y una persona que se plantea poner un negocio, realiza un plan de este tipo sin conocimientos previos prácticos para conocer si existen posibilidades de salir bien parado y encaso de detectar que no va a ser así, como darle la vuelta a la estrategia o al producto o servicio para que sea así.

Cierto es que existen profesionales que realizamos asesorías para la realización de este tipo de planes lo más objetivos posible, pero nos encontramos con que la información con la que cuenta el futuro empresario con respecto a la experiencia que ha tenido con la comercialización del producto o servicio es muy poca y la mayoría de las veces, nula.

Hoy en día los datos estadísticos de productos similares en el mercado no valen de nada. Los clientes se están comportando de una forma totalmente nueva, con unos intereses distintos, la información que reciben es muchísimo mayor para elegir,

Sin embargo no estamos diciendo a esas personas que quieren ponerse por su cuenta, unas por gusto y otras por necesidad, de que deberían hacer, aunque sea a pequeña escala un estudio lo más objetivo posible de si se va a tener aceptación o no.

Les motivamos que «paralante», que va a ser duro pero que con esfuerzo se puede conseguir, les damos ejemplos de los buenos y de los malos para que sepan lo que no tienen que hacer cuando ya han comenzado, sin embarno no les decimos, ojo prueba antes.

Y ¿como narices probamos?

La seguridad del feedback
Nadie dice que va a ser fácil y mucho menos con buenos resultados seguros, pero una prospección de preguntas a allegados, amigos – de los de verdad- en las Redes y en la vida real, familiares, conocidos que pregunten a sus conocidos etc si el producto, tal y como lo tienen pensado puede funcionar, sería un buen comienzo. Si es un servicio propónselo a algun amigo conocido para probar gratuitamente para decirle luego cuanto vas a cobrar por ese servicio y ver que opiniones recibes.
Todo eso sería un buen comienzo. Cuando tengas esa información y hayas limado tu producto o servicio obteniendo unas buenas respuestas, entonces es cuando deberías lanzarte adelante y estudiar ya esos planes financieros y de marketing tan importantes para hacer las cosas de forma organizada.No es seguro que funcione, ya digo pero tenéis más posibilidades, algo de experiencia e información con la que contar para tomar decisiones.

Lo demás se puede convertir en un suicidio del emprendedor.

¿qué opináis?

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