#miercolesparapymes. Un nuevo escenario ¿Hay esperanza?

2.0 ¿Qué es eso?

En mi quehacer diario me encuentro con que las pymes, andan perdidas.

Por una parte están observando los cambios sociales que se están gestando, ven también como una nueva ola de publicidades están recibiendo, cursos, charlas, y un largo etc.

AprovechadosSin embargo, más de lo mismo (o por lo menos eso parece). Gente encorbatada que les dice como tienen que hacer las cosas cuando el que lo explica da ejemplos de como compañías grandes han obtenido muchos éxitos con la Web 2.0.

Nuestros hijos están constantemente en las redes sociales «charlando» con sus amigos por internet «se ha perdido el trato personal» esto no puede ser bueno.

Otra forma más de sacarnos el dinero a las pequeñas para que se aprovechen las grandes, y un largo etc.

Yo, personalmente, «vivo» entre dos mundos. La realidad del día a día en las pequeñas y medianas empresas y lo que veo todos los días en diferentes ámbitos de internet y las nuevas tecnologías.

Desde mi posición y aunque llega a no los suficientes destinatarios, voy a intentar comenzar un debate, seguirlo, más bien ya que muchos lo están haciendo, de explicación de lo que está ocurriendo y como las pequeñas empresas podemos sacar provecho sin que nos «tomen el pelo» :P.

Para aprovechar las ventajas de este nuevo escenario es necesario conocer como se formó y cuales son sus ventajeas e inconvenientes.

«El que no está en internet no existe» es una frase que hemos oído miles de veces. Sin embargo cuando nos hemos puesto a ello nos hemos dado cuenta que pocas cosas han cambiado.

La ayuda a la Pyme en este sentido es nula y no hablo de temas económicos.

Nadie nos guía realmente. Ante nuestro desconocimiento hemos intentado acudir, primero a la administración sin darnos cuenta que eso no ha cambiado y siguen sin mostrar interés real en ayudar. Subvenciones ridículas o con tantas trabas burocráticas que solo en gasto de tiempo es más dinero que la propia subvención y si contratamos una gestoría para ello resulta que lo que nos queda lo gastamos en empresas que nos hacen una página web sencillita para eso: «estar en internet».

Hemos estado en Intenet y después de todo el esfuerzo en tiempo no ha servido para nada. Consecuencia:

«Internet no vale para nada».

Estoy oyendo todos los días, no se para que hicimos esa web, no nos llaman gracias a ella, en los buscadores no aparecemos nosotros, no conseguimos más clientes solo «spam».

Volvemos a lo de siempre las Pymes están abandonadas. ¿Qué hacemos? ¿esperar a cerrar la persiana porque ya no podemos poner más dinero de nuestro bolsillo?.

El desánimo es generalizado y eso es lo que tenemos que cambiar porque sí, señor@s, hay esperanza. Solo tienen Uds. que investigar por su cuenta, Uds. son los que conocen su empresa, a quien les puede interesar su producto o servicio, saben donde están y saben como llegar a ellos, pero… como los convencemos?.

la union hace la fuerzaEl cliente actual ya no se mueve por los mismo roles que hace unos pocos años.

El cliente está cansado de publicidad, está buscando que se soluciones su problema particular y no que exista un producto que soluciones un problema parecido que tienen muchos.

Así que hay que crear bienes específicos que reflejen los gustos y necesidades de los consumidores individuales y enfocarlo hacia ello.

Internet (el 90% de nuestros clientes está allí también) permite gracias a las redes sociales y a los comentarios que puedan hacer en nuestro blog conocer esas necesidades y de forma particular a cada uno de ellos solucionarle su necesidad.

Rapidez. El cliente ahora quiere una solución y la quiere ya, el que antes se la de ese se lleva «el gato al agua». ¿Y donde consulta ahora ese cliente las cosas para ver quien se lo puede solucionar?. Las páginas amarillas? A lo mejor Ud. si pero… y sus ¿clientes? preguntan a sus amigos en Facebook, twitter, miran en google, etc.

Entonces… como hacemos eso? Una página web, hacer un blog, estar en las redes sociales, eso… es mucha inversión de tiempo y de dinero :(.

Es ahí donde estamos equivocados, y lo estamos por habernos intentado informar de la misma forma que hemos hecho siempre. Me explico:

Los nuevos sistemas de negocio se basan en:

El conocimiento: Ahora la información y el activo intelectual son más importantes que el capital, la mano de obra o las propiedades. ¿Cómo conseguimos ese conocimiento? Nuestros empleados, colaboradores, proveedores, amigos e información en internet (bien digerida eso si, utilizando el sentido común y comparando con todo lo demás) nos pueden dar todo ese conocimiento y aportarlo encantados para aprovecharlo al máximo por el bien de todos. Existe la llamada «molecularización» donde cada trabajador es una unidad de negocio que aporta su conocimiento y creatividad, creando así valor. Coste: cero.

Informatización. Todo ese conocimiento e información lo obtenemos ahora en muy poco tiempo y en soportes con los que ya contamos. Pasamos de enviar cartas, llamadas, cheques, albaranes y reuniones físicas a correos electrónicos, transferencias, registros y conferencias on line. Todos el que menos tenemos internet y ordenadores y para saber aprovecharlos volvemos al punto anterior, no son necesarios cursos caros para aprender, podemos comenzar a aprender como hemos indicado en el punto anterior. Por lo tanto Coste: cero o mínimo

Virtualidad: Ahorramos gran cantidad de desplazamientos. Ahorro de costes enorme.

Desintermediación: Esto es básico. La posibilidad de la linea directa con el consumidor/cliente gracias a la red con su consecuente ahorro en costes añadidos.

Innovación: Las estadísticas de consumo indican que el consumo de un producto tenía ciclos de 2-3 años de vida. Actualmenteson de 3 meses. La innovación es esencia. Para ello volvemos a tirar del conocimiento del primer punto sin gastos excesivos en consultorías o centros de investigación. Saben más tus empleados, clientes y amigos de qué se puede mejorar que cualquier que no conozca en detalle el producto o servicio.

Y todo esto, sin aumento de costes tiene la ventaja además de la globalización, donde los límites físicos han desaparecido.

Aprovechando todo esto, hay que tener en cuenta que para poder llevarlo a cabo con éxito son básicos una serie de factores.

Ayuda: Se puede hacer sólo todo, pero no cabe duda que en muchas ocasiones habrá que pedir ayuda o contratar servicios externos. Para ello es primordial que tanto si es un servicio externo como si es personal a contratar utilice también estas filosofías y que las puedan demostrar. Así no seremos «engañados».

Los costes de estos proveedores, ya sea de servicios tecnológicos (diseño web. redes sociales, marketing, etc…) o de productos de consumo serán también menores y la calidad mejor al haber aplicado todos estos factores.

Organización: Se requiere una organización en la que los acuerdos con empresas dominen ciertos aspectos importantes de la cadena de valor, aportando flexibilidad y ligereza. El Outsourcing mejora la calidad, la velocidad y el servicio al cliente. (Siempre y cuando estos colaboradores estén en la misma sintonía)

Beneficios. Los activos físicos dejan de ser los protagonistas. Los clientes y el conocimiento de los mismo y la intelectualidad del grupo de la empresa son lo más importante; al no depender de los activos físicos se puede bajar los precios y suben los márgenes y el volumen de negocio.

Conclusión: Con todo esto llegamos a la conclusión de que las empresas en las que no existe el problema del activo físico limitado frena la posibilidad de crecimiento. Hoy en los negocios en el que se utiliza la propiedad intelectual, la información la comunicación y la relación con el cliente no tienen límite. Una empresa pequeña puede tener tantos beneficios como una gran empresa.

Pero sobre todo perseverar, no dejar de hacerlo.

Si, lo sé. Complicado. Todo eso sale bien si todos nuestros proveedores, colaboradores, empleados, directivos, etc, jugamos al mismo juego. Pero … nadie nos va a ayudar a pesar que que 8 de cada 10 empresas tiene 2 empleados o menos en España, movemos ficha nosotros solos?

¿No vale la pena intentarlo?-

Un abrazo,

Julio

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